El cielo de Nueva York. Una novela negra escrita en la clandestinidad

Alejandro Corral presentó en un llenísimo salón del Hotel Palafox de Zaragoza su libro El cielo de Nueva York, una novela negra escrita en la clandestinidad, publicada por Ediciones Minotauro del Grupo Planeta. Le acompañó el escritor y periodista cultural Antón Castro. Con ellos, la librería General de Zaragoza.

Durante largas jornadas, en secreto, ocultándolo a su familia y amigos, Alejandro Corral escribió una trama de corte de novela negra con un toque de thriller psicológico. Así definió el autor su obra durante la presentación organizada en uno de los salones del Hotel Palafox de Zaragoza. Son ese tipo de novelas las que siempre le habían gustado y un día decidió ponerse a escribir. Una vez terminada dio a leer el manuscrito a su padre, el escritor José Luis Corral, diciendo que era de un amigo. Viendo que el trabajo era publicable lo enviaron para constatar lo que creían. Tras pasar varios cortes, la editorial Minotauro del Grupo Planeta les comunicó que iba a editarla. Sólo entonces Alejandro Corral decidió desvelar su autoría.

Un personaje le rondaba por la cabeza. Hank Williams, empresario, dividido entre el amor de dos mujeres, sumido en un conflicto personal, ve cómo ha perdido el poder de la empresa que tanto le ha costado levantar. Un hombre de carácter perverso pero a la vez, en los bordes de su personalidad, filántropo y altruista. Una dualidad que, como dijo Antón Castro, que apadrinaba a Corral en Zaragoza, se mantiene en esta novela muy bien sostenida, de una gran solidez, llena de matices, puntos de fuga, y de historias que se solapan.

Estamos ante un libro que funciona bien, con Nueva York como escenario perfecto, la ciudad donde todo el mundo se encuentra, donde todo puede ocurrir. Mafiosos, drogadictos y prostitutas se mezclan en una trama de tintes empresariales en la que el autor hace valer su formación universitaria.

Un estupendo debut literario de un joven escritor que se une a una interesante lista de autores aragoneses, que está poniendo a Zaragoza en el primer plano de la actualidad literaria.