Marchamalo y Santos hablaron de Kafka con sombrero en Los Portadores de Sueños

Jesús Marchamalo y el ilustrador Antonio Santos visitaron la librería Los Portadores de Sueños de Zaragoza donde presentaron Kafka con sombrero. Con ellos estuvo Diego Moreno, el editor de Nórdica Libros , y José Luis Melero Rivas, que fue el encargado de hablar del libro y los autores. Entre el público los escritores Ismael Grasa y Eva Puyó, el escritor y periodista cultural Antón Castro, el ilustrador José Luis Cano y el editor Raúl Usón.

Tras Baroja con abrigo, primero de los libros que son ya parte de una colección, Jesús Marchamalo aborda en Kafka con sombrero la figura del escritor checo tratando de encontrar ese destello de genialidad que lo convierte en genio de la literatura universal, «...Apenas un reflejo, un destello apagado, que parecía desvelar en sus ojos, tal vez grises o azules, un secreto por todos ignorado». Su niñez. su familia, su trabajo, sus cartas a Felice, su enfermedad y su muerte. Un viaje por el mundo kafkiano.

El germen de estas pequeñas publicaciones se encuentra en los regalos que Marchamalo hacía cada Navidad a sus amigos. Preparando uno de ellos, contacta con el ilustrador Antonio Santos, éste a su vez se pone en contacto con el editor Diego Moreno y de esta manera nace esta colección de libros que son una de esas pequeñas joyas «que encontramos entre las chucherías de las librerías».

Marchamalo leyó varias biografías de Kafka y se sintió atrapado por un escritor que era contemporáneo en su literatura y en su manera de vivir. Antonio Santos tenía ya preparadas las ilustraciones mucho antes de que los textos estuvieran terminados. No los había leído y se las envío a Marchamalo. Éste nos confesó que al recibirlas se sintió dolido por ser tan previsible. Las ilustraciones habrían entusiasmado al propio Kafka. Encajaban a la perfección en los textos que estaba preparando.

Los textos de Marchamalo sobre Baroja y Kafka incitan a leer o releer las obras de estos escritores. Eso le dijo una lectora en Huesca durante la presentación del libro en aquella ciudad. Y para él, esas palabras son uno de los mejores regalos que le pueden hacer. 

La presentación terminó con fotos y muchas firmas. Una tarde de felicidad en la librería.